Martha* tiene un negocio de comercio de textiles para la industria del calzado en Bucaramanga. Martha clasificó erróneamente su actividad económica para efectos de ICA (Impuesto de Industria y Comercio) como si fuera venta de calzado. Pero realmente ella no vende zapatos, sino cueros y herrajes.
Pasado un par de años, la Secretaría de Hacienda le notificó requerimiento especial que le imponía un mayor impuesto y sanción , con base en una tarifa de ICA más alta derivada de otra clasificación de actividad económica, por cerca de $90 millones.

Martha nos consultó y logramos convencer a la Secretaría de Hacienda que la tarifa aplicable no era la propuesta por ellos, sino una intermedia. Con eso el saldo a pagar no eran $90 millones, sino $30, que fue precisamente lo que se ahorró Martha durante los años que mantuvo su clasificación errónea de actividad económica.
En últimas, <<Salió lo comido por lo servido>>, Martha pudo seguir adelante, y aún nos consulta antes de tomar cualquier decisión tributaria, laboral, o contractual.
Pero de haber insistido en su error, Martha se habría enfrentado a un proceso de entre 5-8 años, con mayores gastos de tiempo, honorarios y estrés.
El mensaje central es: gran parte de problemas legales se pueden solucionar y evitar con una asesoría oportuna, ojalá previa. Cuenta con nosotros para ello.
Si deseas conversar sobre tu emprendimiento, escríbenos a: gerencia@sfrlegal.com, o al 3183121612.

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