En el imaginario popular existe la creencia de que la DIAN es como un dragón de siete cabezas (por las 7 Direcciones en que se compone la estructura del Nivel Central) frente al cual sólo resta esperar la desolación que deja a su paso.  Pero esto no es cierto, máxime si recuerdas que tú como contribuyente tienes unos derechos, y que las facultades de la DIAN no son ilimitadas sino que reguladas en la ley.

Alguna vez tuvimos el caso de Antonio*, que tenía un negocio de comercio de mercancías importadas.  La DIAN le notificó requerimiento donde le rechazaba costos y gastos por cerca de $2.200 millones, y le generaba un mayor impuesto sobre la renta de $650 millones, sin contar intereses y sanciones.

La DIAN quiso intimidar a Antonio para que firmara un documento donde aceptaba la responsabilidad, pero afortunadamente Antonio nos consultó a tiempo y logramos ayudarlo.

Antonio aceptó solamente una parte de lo dicho por la DIAN, así que modificamos la declaración para pagar $200 millones de impuesto con sanción reducida, pero decidimos “dar la pelea” por los otros $450.  Luego de 10 años de discusión, la jurisdicción contenciosa nos dio la razón, y al final Antonio no tuvo que pagar el saldo.

Así que nuestro consejo es: busca tu asesor desde el principio para tomar los correctivos pertinentes antes de.  En caso de una visita, recuerda las escenas policíacas de las películas: tienes derecho a guardar silencio y a tener un abogado.

Usa tus derechos. No firmes ningún documento sin consultar previamente a un tributarista, y avísale para que te acompañe durante la visita.

Si necesitas ayuda nos puedes escribir a: gerencia@sfrlegal.com, o al 3183121612.

*Nombre se mantiene oculto por privacidad del cliente.